Un impactante incidente automovilístico se registró en el barrio porteño de Almagro donde el conductor de un vehículo, en total estado de ebriedad, se incrustó en un kiosco y por muy poco no arrolló a un cliente y al empleado del comercio, quienes finalmente resultaron ilesos.
El hecho ocurrió el viernes por la madrugada, alrededor de las 2.30 horas, en el local ubicado en el cruce de las avenidas Castro Barros y Belgrano, en el mencionado barrio de la Ciudad de Buenos Aires, y toda la impresionante secuencia fue captada por las cámaras de seguridad del comercio.
En las imágenes se observa a un cliente pidiéndole algo a quien atiende, y de golpe aparece una fuerte claridad producto de las luces de un Peugeot 307 que se mete en velocidad directamente en el kiosco.
La cámara exterior muestra al cliente eludiendo el impacto del auto, mientras que desde la que está ubicada dentro del lugar se ve que el empleado zafa de un modo milagroso, tras correrse hacia uno los lados y quedar protegido por una columna –y no delante de ella– que fue la que termina frenando al vehículo.
Rápidamente se desplazó al lugar personal de la Comisaría Vecinal 5B de la Policía de la Ciudad e intervino la Unidad de Flagrancia Oeste de la Fiscalía General de Ciudad, a cargo de la fiscal Inés González, quien dispuso realizar el control de alcoholemia al conductor, de 41 años de edad.
Tras la llegada de personal del Gabinete Científico Área I Este, se le practicó el mencionado test que arrojó un resultado contundente: 2,20 gramos de alcohol por litro en sangre, más de tres veces sobre el límite permitido para un conductor particular, que es de 0,50 gr/l.
Con el resultado del test, la Fiscalía ordenó el secuestro del auto y de la licencia de conducir del imputado y el labrado de una contravención por conducir con mayor cantidad de alcohol en sangre del permitido.
